Interesante restaurante ubicado en plena zona rural que abarca un abanico más ambicioso que los populares bares de Noreña centrados en una cocina más sencilla, los callos y la chacinería local.
La carta es apetecible al completo sin perderse en un exceso de propuestas. Se basa en una idea tradicional y el producto de proximidad pero dando un paso más.
La materia prima mira a las cuatro estaciones con posibilidades notables en platos de cuchara, pescados y carnes.
Los postres merecen especial atención. Buena bodega de vinos y licores.
La Ferrada ofrece unas amplias y originales instalaciones que recuerdan las antiguas caballerizas que ocupaban la finca. Cuenta con cuatro comedores decorados con mucho gusto que le convierte en un destino ideal, tanto para organizar eventos particulares como para celebraciones más numerosas. Dispone la posibilidad de concertar menús degustación.
La terraza, que da a la parte posterior, es muy acogedora y tranquila. El servicio es profesional y cercano. Amplio aparcamiento.
