Este histórico restaurante gijonés mantiene el respeto familiar por la tradición de una casa de comidas fundada en 1952.
Imprescindible probar los pimientos del piquillo rellenos de calamares en su tinta y el repollo con gambas, un plato sorprendente, que le encantaba al recordado Michael Robinson.
Lugar de honor merece la sabrosa merluza con arroz marinero que lleva un magnífico toque picante.
Casa Arturo lo recomiendo mucho a amigos que buscan buenos platos de cuchara: fabada, fabes con almejas –aunque los turistas crean lo contrario, las ponen en muy pocos restaurantes-, pote asturiano, carne asada, calamares en su tinta…
Todo lo que sale de la cocina recuerda la mano de las antiguas guisanderas pero el mando lo llevan los hermanos Arturo y Agustín Muñiz.
Los postres son caseros y, por ejemplo, un simple flan te devuelve a la infancia.
La carta es amplísima y las raciones son muy abundantes. Atención al pedir la comanda porque en ocasiones una ración es más que suficiente para dos personas, lo que al final redundará en una factura más asequible.
La finca es enorme, situada en el barrio de La Guía, muy cerca del Estadio El Molinón. Tiene un amplio bar, ideal para tapear o comer con sidra escanciada, y un luminoso comedor.
La parte trasera es un espectacular merendero, de los pocos que quedan en la ciudad, que con buen tiempo hace las delicias de los jóvenes para degustar una tortilla echando unas risas.
Mapa
Lo sentimos, no se encontraron registros. Ajusta tus criterios de búsqueda y vuelve a intentarlo.
Lo sentimos, no se ha podido cargar la API de Mapas.