Nacho y Esther Manzano dirigen este luminoso restaurante que cuenta desde hace años con una merecida estrella Michelin.
La carta es atrevida y reúne el toque singular del Grupo Manzano que combina la cocina tradicional y de vanguardia con los productos de temporada.
Algunas opciones que ya probamos son el mejillón al vapor con escabeche de cítricos y bizcocho al curry, revuelto de la casa sobre torto de maíz, las insuperables croquetas cremosas de la casa o los platos asturianos que bordan como la fabada y el arroz con pitu de caleya.
Siempre hay carnes de varios tipos. Personalmente, el pescado no es una opción aquí teniendo en cuenta las alternativas.
Con los postres y el detalle dulce de la casa -rosquillas de praliné y tronquitos de mantequilla y almendras- te caen lágrimas de emoción.
La bodega es extraordinaria bajo el criterio del gran sumiller murciano Juan Luis García.
Las vistas de La Salgar al “Pueblo de Asturias” son preciosas. El trato es sumamente profesional.
Es fácil aparcar porque se encuentra frente al estadio de El Molinón, a la otra orilla del río Piles.
Imprescindible reservar.
