Las Tablas del Campillín

Juanjo Cima se está convirtiendo en uno de los jóvenes hosteleros asturianos más inquietos. Incluso, en plena pandemia del coronavirus del 2020, ha tenido la valentía de editar el libro de recetas “De cachopos y otros platos asturianos”.

La fama de Las tablas del Campillín viene por ser el líder destacado en los concursos al “Mejor cachopo”.

El primer cachopo campeón está integrado por dos finos filetes de ternera asturiana rellenos con paleta de jamón ibérico y queso Cabrales que en la mesa presentan en una tabla de madera acompañados de pimientos del piquillo confitados y patatas fritas.

El resultado es un cachopo tierno, jugoso, bien rebozado, sabroso y sin que la fuerza del queso Cabrales esconda el resto de ingredientes.

La carta ofrece otros tipos de cachopo como el tradicional (jamón y queso), gourmet (foie y jamón), leonés (cecina y queso de cabra) o el también premiado “Cachopo Mineru” que se presenta como si la ración saliera de una bocamina. Lo podéis ver en la fotografía adjunta.

Juanjo Cima y su equipo logran elevar a los altares la elaboración del cachopo que, debido a la moda entre la gente joven y los turistas -raciones salvajes y precios tirados-, han provocado auténticos desastres en algunos bares que buscan vender a destajo cambiando calidad por cantidad.

El trato de Las Tablas del Campillín es amable, cercano y distendido. Así lo refleja un detalle positivo del servicio: debido al gran tamaño del cachopo recomiendan compartirlo entre dos personas aunque incluso da para tres comensales si se pide alguna entrada. Los precios son muy moderados.

Las Tablas del Campillín se encuentra en la parte superior de una histórica zona verde de la capital asturiana que da nombre al local, a un paso del Oviedo Antiguo, muy cerca de la Catedral y de la plaza del Ayuntamiento.

Dispone de dos terrazas al aire libre y cubiertas, gracias a unos arcos de piedra, además de una animada barra con distintas propuestas en vermús, varias denominaciones de origen de vinos españoles y, por supuesto, los clásicos pinchos ovetenses –de pago- a media mañana. La decoración interior pretende una atmosfera que combina el diseño de los bares clásicos con ciertos toques modernos.

Este negocio es el primogénito en el éxito de Juanjo Cima. Actualmente también tiene en marcha Vinoteo, igualmente en Oviedo, y comienza una aventura en Gijón con “La Taberna Asturiana”, ambos en las zonas de los vinos.

Tenéis una entrevista con Juanjo Cima en la sección “Programas” de esta web.