Casa Rula es un gran descubrimiento y, de momento, un rincón “secreto” para disfrutar de una cocina basada en el producto local y un toque de originalidad.

La carta abre opciones de perfiles antagónicos. Desde lomos de sardinas marinadas con tomate, almejas (mazueles) o navajas (muergos), pasando por variedad de croquetas, alcachofas con huevo frito, callos o arroz cremoso con berberechos hasta los torreznos o el secreto de Joselito ajenos a la gastronomía regional.

El último plato en boca de los clientes habituales es el guiso de ñocla o buey de mar. La guisandera Alicia García logra en la salsa un sabor inolvidable con un toque de sidra y picante. Sorprende ese punto a un crustáceo que en Asturias es poco valorado, excepto a la plancha. Sublime.

En los postres guardan una joya: la torrija acompañada de helado de leche merengada solo se puede empatar. Imposible superarla.

Andrés es un amante pasional de los vinos. Se preocupa por investigar, buscar y encontrar referencias alejadas de las marcas comerciales. Este restaurante es una gran oportunidad para las mentes abiertas a probar tintos, blancos, cava y champagne desconocidos, de calidad y a un precio para todos los bolsillos.

Casa Rula se encuentra en Selorio, camino de la preciosa playa de Rodiles, a la vera de la mágica ría de (Villaviciosa). El interior representa el típico chigre asturiano. En verano la terraza es una delicia que ahora se aprovecha en las cuatro estaciones gracias a una acogedora galería. Imprescindible reservar en temporada alta y fines de semana.