Paco Ruiz, excelente anfitrión y forofo del Cádiz, dirige este templo gastronómico que ocupa un pequeño acantilado en la esquina oriental de la paradisiaca playa La Barrosa.

El Timón de Roche comenzó siendo un típico chiringuito al pie de ocho preciosos kilómetros de playa y se ha convertido en una finca con dos plantas y tres zonas comunes imprescindibles de conocer y repetir para los visitantes de la preciosa costa gaditana.

Los aficionados al fútbol más veteranos seguro que conocen al patriarca: Francisco Ruiz Brenes “Superpaco”, mítico portero de los años 70, una institución del Cádiz y del Sevilla y todo un personaje.

“Superpaco” es una fuente inagotable de simpatía y anécdotas que desprende amabilidad a raudales. Sus hijos Paco, Pepe y María del Mar llevan el peso del negocio pero su presencia nunca falta compartiendo chascarrillos entre las mesas.

Este amplísimo local está decorado con motivos marineros y referencias a un corsario. De hecho, un simpático «pirata» recibe a los clientes y se encarga de tocar la campana para que el responsable de sala acomode a los comensales.

La parte inferior, estilo chill out y con salida directa a la arena, es perfecta para tomar el aperitivo y principalmente para ver una inolvidable puesta de sol disfrutando con una cerveza bien fría, una copita de fino, un gintonic o un estupendo mojito.

En la parte superior se ubican dos comedores abiertos por un lateral que ofrecen unas vistas inigualables del Atlántico en su paso por la Costa de La Luz.

La bodega de la entrada es ideal para un tapeo y maridaje con vinos de distintas procedencias, previa reserva anticipada.

La cocina de El Timón de Roche se fundamenta básicamente en el producto de la costa andaluza: pescados, mariscos y arroces aunque disponen de exquisitas carnes procedentes de Ávila para los paladares más exigentes.

El jamón ibérico de Jabugo (Huelva) es simplemente inmejorable. El cortador está prácticamente a destajo ya que al año suelen despachar más de 350 ejemplares de pata negra.

En verano la estrella es el atún de Almadraba que congelan a más de 70 grados bajo cero en unos frigoríficos especiales que conservan todas las propiedades de este exquisito pez del Atlántico.
El atún de Almadraba, llamado así por la técnica de la pesca, es la joya de la corona de la costa gaditana (Chiclana, Conil, Barbate, Zahara…).

El Timón de Roche, en ocasiones, ofrece también atún capturado a caña. Se puede llegar a tardar cuatro horas en sacar un ejemplar del agua.

Las distintas zonas del atún de Almadraba, que pueden superar los 200 kilos de peso, ofrecen un impresionante abanico de sabores que se puede degustar en múltiples modalidades: tartar, tataki, carpaccio, mojama, al horno, a la sal, a la plancha…

El Timón de Roche tiene la fama de adquirir el primer y último atún de Almadraba de la temporada. Es decir, compran lo que en Asturias sería el «Campanu» de los ríos salmoneros, pero en Cádiz también se subasta el pez que cierra la campaña atunera.

En el resto de pescados destacan la dorada, la urta de Rota y el pargo a la sal. Los langostinos, gambas y cigalas también ocupan un lugar destacado en la carta, igual que las coquinas, almejas o la concha fina de Málaga, este último un manjar para los andaluces que no gusta a todo el mundo.

Ajoblanco, gazpacho, puntillitas o pulpitos fritos de Sanlúcar son algunas de las opciones más para abrir boca, sin obviar jamás el citado jamón ibérico o la caña de lomo.

La carta de vinos es amplia y para todos los gustos.