Interesante referencia a los pies del puerto de San Isidro que combina cocina casera con alguna innovación. Tiene dos comedores y un hotel para los amantes de la naturaleza y la nieve.
Todos los platos de cuchara están buenísimos, principalmente la fabada, el pote asturiano y la caldereta de cabrito. También destacan el lechazo al horno, la caza y el bacalao.
En las entradas sobresalen los crujientes de gamba con salsa ali oli, los flamenquines cordobeses y los embutidos de elaboración propia “Casa Milia”.
Sorprende la excelente y amplia bodega de vinos y el sorbete de gintonic.
Organizan algunas jornadas gastronómicas en solitario o en colaboración con otros locales del concejo de Aller. Las de la matanza, en el puente de diciembre, son masivas y es imprescindible reservar con mucha antelación.
