Aunque se inauguró en 1990, la estética recuerda a los añejos cafés de mediados del Siglo XX que rara vez se ven en la actualidad: acceso por una puerta giratoria, una pequeña barra rematada en madera, mesas de mármol y los camareros luciendo la clásica chaquetilla blanca de barman.
En el Café Central, que gestiona Javier Argüelles -un excelente profesional con largo recorrido en la hostelería-, se puede desayunar, tomar el aperitivo, disfrutar una copa larga y también gozar con la cocina tradicional típica del Paraíso Natural.
Y es que el nombre del establecimiento no debe confundir. En este “Café” se pueden degustar en el comedor superior unos platos de cuchara antológicos que prepara Esther Calles con mimo.
Merecen el sobresaliente la fabada -premiada varias veces-, la menestra a la asturiana, el pote asturiano, las lentejas o un magnífico rabo de toro a la cordobesa.
El Café Central, ubicado en el centro de Gijón, es uno de esos rincones secretos de la reputada gastronomía local. Siempre tienen disponible un Menú del Día muy recomendable por calidad-precio.
