El popular Trifón es el líder de esta diminuta taberna situada en el barrio de Salamanca donde el cliente encuentra el sabor más castizo de Madrid.

“Trifi” apuesta por una extraordinaria cocina de mercado. El ambiente que genera este amante de las motos es cordial, distendido y cercano.

Es un destino clave en la guía secreta de Madrid dividido en dos salas muy pequeñas: la barra y el comedor, aunque en ningún caso agobia esa falta de espacio. De hecho, algunos clientes habituales prefieren picar algo en la barra a costa de más de amplitud, tampoco mucha, en la media docena de mesas del fondo.

Los sabrosos torreznos, las excelentes almendras fritas, el potente queso curado o un fantástico plato de jamón ibérico son una excusa ideal para abrir boca, por supuesto acompañando el aperitivo con una copita de manzanilla bien fresca, un buen vino -hay numerosas opciones para elegir- o una cerveza tirada como mandan los cánones.

La cocina es diminuta, lo que obliga a los cocineros a realizar piruetas para trabajar. Esas filigranas luego se convierten en maravillas en el plato.

La mejor opción es prescindir de la carta y dejarse aconsejar por Trifón. La oferta apuntará seguro a lo que ofrecen los mercado madrileños en las cuatro estaciones: todo tipo de verduras, pescados, mariscos, rabo de toro, callos, cocochas de merluza croquetas de morcilla y jamón, mollejas de lechal, guisos del día y… unas riquísimas patatas fritas.

Absolutamente imprescindible reservar. Es habitual coincidir con caras conocidas de los sectores más influyentes de la capital: deportistas, artistas, periodistas, taurinos, empresarios, famosos, gastrónomos…