Astorga merece al menos una visita de fin de semana para contemplar su arquitectura y a ser posible en otoño-invierno-primavera para disfrutar sin agobios del cocido maragato.
Este restaurante, como su propio nombre indica, eleva a los altares la citada contundente maravilla de la cocina leonesa. Es más, aquí se viene a comer exclusivamente el cocido maragato. No hay más. Es plato único todo el año.
El cocido maragato, con larga historia detrás, se empieza a degustar al revés del cocido tradicional. Arranca por los “sacramentos” y termina con la sopa.
El homenaje gastronómico es un escándalo. La fiesta empieza con diez carnes seleccionadas de la mejor calidad de género vacuno, porcino y aviar: cecina, chorizo, lacón, panceta, oreja, pata, morro, tocino, morcillo y gallina, además del tradicional relleno -una especie de croqueta de pan y leche, con trozos de jamón y un toque de ajo y perejil-.
Después llegan los típicos y exquisitos garbanzos pequeños de la comarca, acompañados de berza de la Vega y patata. El remate es la sabrosa sopa de cocido y de postre natillas caseras con roscón Maragato.
Un vino tinto Denominación de Origen Bierzo o Tierra de León es el maridaje perfecto.
Casa Maragata compite por reinar en el Cocido Maragato con los numerosos restaurantes especializados en el pueblo cercano de Castrillo de los Polvazares.
