Visita al restaurante Boga-Boga, un clásico de San Vicente de la Barquera con 50 años de historia, que conocemos desde hace mucho tiempo pero del que no habíamos escrito hasta ahora.
Situado en los soportales de entrada al maravilloso pueblo de San Vicente de la Barquera, cuenta con una amplia terraza y un comedor interior cómodo y acogedor, con decoración marinera en tono clásico, donde nos atendieron de maravilla a pesar de estar prácticamente lleno, y nos sirvieron con gran profesionalidad en todo momento, dándonos todo tipo de explicaciones sobre lo que estábamos comiendo sin necesidad de preguntar.
Tomate en rodajas aliñado con un aceite fino y muy sabroso, fue el aperitivo de la casa como preludio de una sensacional comida.
Anchoas a la Barquereña. De fabricación propia, sin un pelo, perfectas de textura y sabor, acompañadas de huevo y ajo crudo muy picado, pimiento y aguacate. Fantásticas las anchoas, sublime la mezcla completa de todo lo que venía en el plato y una gozada los «barquitos» que hicimos con un pan recién horneado.
Rabas de calamar fresco. Recién pescado y de gran tamaño, frito en anillas como es costumbre en Cantabria, buen sabor y buena textura, pero sin lograr conjugar el rebozado y el calamar de la manera que se hace en muchos restaurantes y chigres de Asturias, sin que esto quiera decir que estas rabas no sean también excelentes.
Éramos tres y optamos por un pescado fresco distinto cada uno como plato principal: Lenguado, lubina y cabracho.
El lenguado a la plancha sensacional en todos los aspectos. Buen tamaño, muy fresco, muy sabroso y punto de plancha perfecto. Una obra de arte.
La lubina igualmente perfecta. De lo mejor que hemos probado en lo que a sabor se refiere en este pez, que no siempre destaca en ese aspecto, sobre todo cuando se prepara a la plancha. Fantástico plato.
No tan bien el Cabracho, preparado al ajillo y sin la frescura de los otros dos pescados. Además, estaba algo crudo en algunas zonas y no encontramos el potente sabor que le suele caracterizar. Pequeño fallo al que no le dimos mucha importancia ni pedimos subsanar, pues el tamaño del lenguado y la lubina dio para compartir los tres comensales y no fue necesario acabar todo el cabracho.
De bodega uno de nuestros albariños favoritos, Fillaboa, de Bodegas Masaveu, bien de temperatura, ideal para este tipo de comida y a buen precio (19€).
No nos quedaba sitio para los postres.
Precio adecuado, incluso contenido, si tenemos en cuenta el nivel del local y su servicio, la calidad y tamaño del producto que disfrutamos tres personas por 135€, incluyendo la citada botella de Fillaboa, una de agua y tres cafés.
Restaurante muy recomendable para comer pescado fresco del cantábrico a precios razonables, en un local agradable y con personal muy amable.
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